12 cosas que piensa una mujer cuando su cita online llega tarde

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Todos sabemos que acceder a tener una cita y encontrarse con alguien por primera vez pone nervioso a cualquiera. Sin embargo, ¿qué pasa cuando vas a tener una primera cita con alguien que has conocido online y llega tarde?

¡Demasiado para soportarlo! Empiezas a evaluar una buena cantidad de posibles escenarios en tu cabeza que harán que te cerebro vaya a mil por hora, haciendo la situación sea todavía peor.

Aquí tienes 12 cosas que pueden pasar por tu cabeza mientras esperas a que se presente tu cita:

1. Estoy aquí, he llegado a tiempo, ¡soy la leche!

Esto es lo primero que piensas cuando llegas a lugar en el que os habéis citado. Puedes comprobar tu maquillaje y asegurarte de que estás espléndida. Cuando llegues al sitio, mirarás a tu alrededor para comprobar si está por ahí y te darás cuenta de que no es así. Pasarás al siguiente pensamiento.

2. Espera, ¿dónde está mi cita?

Él dijo que llevaría [XYZ]. ¿Estoy en el lugar indicado? Miras a tu alrededor y buscas alguna señal de él. Si no lo ves, decides caminar un poco y acercarte a sitios donde podría estar, la puerta de un local, el medio de una plaza… Si no lo ves, coges tu teléfono y le escribes para decirle que has llegado.

3. Han pasado 15 minutos desde que le escribiste y no ha contestado.

¿Habrá visto algo que no le ha gustado al mirar mis redes sociales? Seamos realistas, todos curioseamos en las redes sociales
para encontrar más información sobre nuestra cita. Con suerte, entenderá que esos poéticos versos sobre la vida y el amor no eran una reflexión sobre tus creencias personales.

4. ¿Puedo tomar algo mientras espero?

Ya estás de los nervios y necesitas algo para calmarte. No quieres emborracharte, pero necesitas algo para tranquilizarte. ¿Beber algo será poco apropiado?

5. ¡Da igual, voy a tomar algo!

Llegado este punto te da igual si no es apropiado beber algo. Si te van a dar plantón (que es lo que sientes que va a pasar), también puedes relajarte un poco, así no lo atacarás vía Twitter.

6. Quizá deba comprobar mis mensajes en la web de citas mientras espero.

Solo porque vayas a salir con esta persona a la que has conocido online, no quiere decir que no puedas charlar con otros solteros. Además, si te van a dejar plantada, quizá puedas salvar la noche con algún otro.

7. Puesto que llega 30 minutos tarde, está justificado enviar otro mensaje de texto.

Si este tío te va a dar plantón, al menos podría tener la decencia de decírtelo. Todavía tienes algunos episodios pendientes de tu serie favorita en Netflix y podrías estar tan a gustito en casa en vez de ofrecer esta triste imagen en un sitio público.

8. ¿Se nota mucho que me han dado plantón?

¿Estoy mirando mi teléfono demasiado a menudo? Oh Dios, esto es humillante. Este tío todavía no ha contestado y empiezo a sentir como mi autoconfianza se diluye a pasos agigantados. Quizá podría hacer como que estoy hablando con mi supuesta cita y hacer como que entiendo que vaya a llegar tarde, en lugar de dar la imagen de que estoy aquí sentada esperándolo mientras me da plantón.

9. No, no, no, ¡Esto es demasiado!

Soy una mujer madura y puede sentarse en un bar y pedir una copa de vino para disfrutar del ambiente como cualquier otra persona. ¡Puedo hacerlo! Decides meter el teléfono en el bolso durante un rato, mientras acabas tu copa de vino. Escuchas la música, charlas con el camarero unos minutos y permaneces perfectamente en calma. Simplemente haz como si fuesen aquellos tiempos en los que no existían los mensajes de texto y tuvieses que esperar de verdad hasta ver qué pasa.

10. No, no puedo hacerlo. ¿Dónde está este tío? Olvídalo.

Sabes que hoy en día los mensajes de texto existen y son fáciles de enviar y cada vez que compruebas tu teléfono, no tienes ningún mensaje ni de él, ni de ninguno de tus amigos.

11. Oye, ese se parece a su descripción, ¿Será él?

Creí que iba a llevar una cazadora azul y no un polo blanco… ¿se habrá olvidado? Has visto a un tío en la distancia que entra por la puerta. Se parece vagamente a la imagen que tienes de tu cita, pero no lleva la ropa identificativa que dijo que iba a llevar para que supieras que era el. Lo miras a los ojos, esperando que te vea y se dirija hacia a ti.

12. Ahora entiendo porque esa mujer me miraba mal cuando estaba apuñalando a su cita con la mirada.

No era el. Mierda. Me he arreglado como nunca para alguien que no lo va a apreciar. Bueno. Él se lo pierde. Netflix, ¡allá voy!