A las generaciones mayores les gusta decirles a los más jóvenes que están teniendo citas de manera equivocada. Sorprendentemente no es algo nuevvo -ha pasado a lo largo de las generaciones por muchos años. Quizás les contaste a tus abuelos que conociste a esa chica genial a través de un sitio de citas online y recibiste una acusación de estar haciendo las cosas mal…pero, ¿podrías creer que ellos escucharon lo mismo durante el movimiento de mujeres por sus derechos o durante la invención del automóvil? Los avances tecnológicos han cambiado la forma en la que mantenemos citas.
La aplicación para tener citas
Las citas online no son nada nuevo. De hecho, la gente usa este método para conocer gente no solo para agilizar el proceso de seducción (¿quién quiere gastar valioso tiempo y dinero en salir a conocer solo a algunas personas, cuando hay sitios onlone que te permiten conocer a cientos de personas y conversar con todas ellas -teóricamente?, sino también porque se puede hacer mientras estás ocupado con otras cosas. Puedes buscar literalmente entre diferentes perfiles, mensajear a distintas personas y hacerles saber que estás interesado en ellas antes de que te vayas del trabajo. Así, cuando llegues a tu casa, tendrás (probablemente) respuestas y ¡sorpresa! podrás conocer a alguien y ver si te gustaría empezar a salir con esa persona.
Las aplicaciones para citas funcionan de manera muy similar a los sitios de citas online, salvo por la excepción de que son más rápidas (girar hacia la derecha o hacia la izquierda) y funcionan donde sea que te encuentres -ya sea en el subterráneo, en la oficina dle doctor, el boliche o hasta en el baño. Así como estas aplicaciones traen ventajas, también hay ciertos fenómenos que vienen con ellas -la cultura de pasar directo a la acción. Con la evolución de ese fenómeno, muchos jóvenes se pasan por alto la cena o la película de una cita y paan directo al capítulo de la cama. Obviamente no siempre funciona así, pero es más común de lo que uno podría creer.
La evolución de las citas
A pesar de que los sitios de citas online, las aplicaciones y la cultura de ir directo a la cama pueden parecer escalofriantes para las personas mayores, quienes acostumbraban conocer a los padres, tener una cena, ver una película y respetar un horario de toque de queda, tal vez te sorprensa que a veces esas prácticas también tienen lugar hoy. Como todo en la vida, todos crecemos y nos adaptamos, así como nuestros abuelos tuvieron que hacerlo con el invento del auto o con la revolución femenina que habilitó a las mueres a trabajar y ganar su propio dinero.
La idea de que las generaciones jóvenes están teniendo citas de manera equivocada es simplemente ridícula. Puede que no te interese usar esos métodos, pero criticar a quienes lo hacen es tener la mente cerrada y estar deinformado. Como sociedad, no nos suelen gustar los cambios y cuando algo altera nuestra conocimiento y lo que creemos que está bien (como los métodos tradicionales), nos solemos asustar, apresurarnos a sacar conclusiones y automáticamente solo vemos lo negativo.
A pesar de que no sabemos como serán las citas en los próximos 20 años, nosotros, las generaciones jóvenes, nos enfrentaremos a nuevos métodos que no vamos a entender. Ahí seremos nosotros quienes diremos lo mismo que nos dijeron a nosotros: “Estás teniendo citas de manera equivocada”. Es un círculo vicioso e inevitable.