En medio del avance de la igualdad de género, muchos hombres españoles se preguntan si deben seguir invitando cuando quedan con una mujer. Estos jóvenes buscan algo de intimidad entre sus incontables citas, e incluso aunque la tecnología les haya facilitado bastante las cosas, todavía siguen algunas tradiciones pasadas de moda que parece que nunca se van a ir. Entre estas tradiciones, está la idea de que los hombres tienen que pagar siempre que queden con una mujer, al menos en la primera cita.
Pero la cuestión es, ¿qué se compra con ello? y ¿es esto justo? Si una mujer solo gana unos 25 céntimos por cada euro que gana un hombre, ¿es esta norma no escrita una forma de devolver la igualdad?
Algunos hombres dirán que sí, e incluso lo tendrán en cuenta cuando hagan sus presupuestos: “Si voy a tener una cita, asumo que voy a pagar. Como regla, suelo ofrecer…bueno insistir en pagar la factura. Creo que los hombres siempre pagan en la primera vita. Bueno en la mayoría de las citas. Creo que es la norma”, dijo este hombre joven, que cree que debe ser así, porque él fue el que dio el primer paso para concretar la cita.
De acuerdo con este hombre, el momento crucial es cuando llega la factura. La forma en que reacciona la mujer, determina qué tipo de mujer es. Hay cuatro grupos en que podríamos clasificarlas.
1. El grupo más amplio es el del 40% de mujeres que ni siquiera sugerirá que va a pagar, porque asume automáticamente que será él quien lo haga.
2. El segundo grupo es de alrededor del 25% de mujeres que harán como que pretende pagar, ante lo que el hombre insistirá en pagar él, sabiendo ambos que al final será él quien pague de todos modos.
3. El tercer grupo es el del 30% de mujeres que insistirán en pagar su parte, aunque el hombre insista en pagarlo todo.
4. El cuarto grupo es el del 5% de mujeres, que insistirán en pagar ellas, aunque su compañero ya se haya ofrecido a hacerlo.
El cuarto grupo puede parecer el más positivo para los hombres, pero también puede ser un indicador de que la cita no ha ido bien. Si ellas insisten demasiado en pagar, muchos hombres pueden sentirse confusos y pensar que algo ha ido mal, ya que parece que ella no quiere tener ningún tipo de deuda con ellos.
La mayoría de los hombres, incluso aquellos más tradicionales, admiten que les gusta cuando una mujer pagar en una cita, aunque sea solo una vez de vez en cuando.
Un hombre dijo: “Me gusta cuando la mujer me invita, especialmente si hemos estado saliendo un tiempo.
Esta situación genera un momento en el que no es como si yo estuviera saliendo con ella, sino como si los dos estuviésemos saliendo juntos.”
Quizá todo depende de la manera en que enfocamos las citas. En vez de verlo como una obligación, quizá deberíamos ver el tema de quién paga, como algo que no requiere atención y que se puede solventar con el tradicional método de “por turnos”. Después de todo, una relación es una asociación, no una dictadura.